10/23/2007

caminata, tránsito, camino...


En las alturas del planeta el hombre se somete a una prueba más mental que física. Sobre los tres mil metros el oxigeno escasea, el viento cuando sopla hiere, el frio seco y penetrante rasga las vestiduras. Las alturas del mundo han engendrado pueblos y gentes dedicados a investigar las tecnologías de la mente, lamas en Tíbet; o a transitar las cumbres con la naturalidad de las rocas o el viento, como los sherpas de Nepal. De toda investigación u ocupación una de las que más pueden enseñar a una persona de sí mismo es la de pasar tiempo en la naturaleza, sin electricidad, sin calefacción, sin camas cómodas, sin aire envasado. Una expedición evidencia lo real de la gente, su humanidad más básica, su lucidez mental. La altura unida a la naturaleza inmensa de las montañas expone nuestra mente y corazón. Para ver qué personas somos y qué personas queremos ser es una buena idea el desarrollo de la educación en la naturaleza. Este puede ser el punto de partida para desarrollar la conciencia ecológica, la humiladad, el amor a nuestro mundo.

foto: 3000snm.



10/22/2007

visiones


Un visionario es quien con valentía observa las potencias y posibilidades y con amor infinito no duda en su realización y actualización por derecho natural en todos los seres humanos. Los visionarios están entre nosotros, somos nostros, no los que se deleitan con llenarse los bolsillos o dedicarse a la autogratificación en desmedro y para el sufrimiento de otros. Los visionarios de hace miles de años inventaron puentes para comunicarse, nos legaron el lenguaje de los símbolos, las bellas artes, los números, y estos que me encantan, los mandalas.

10/18/2007

lo que aprendo, lo que sabo

Variadas ocasiones lo que se aprende determina no sólo mi desempeño, también cambia el pasado. ¿cómo? pues simple, una visión clara y sin juicios con respecto a un hecho, por muy personal que este sea, determina tanto la interpretación como la re-vivencia de este hecho. Así, el perdon como mecanismo funciona balsámico y liberador. Pero, ¿qué clase de perdón? un perdón consciente y escrutinador, un perdonar que más bien se relaciona no con una postura superior e indulgente de un YO superior que perdona a un pecador; sino una visión de la experiencia amable, acogedora, que acepta e interpreta desde todos los ángulos de la experiencia; un yo dispuesto a ver, a ver y mirar sin miedo ni obscurecimientos las circunstancias y los hechos, las condiciones y causas que derivaron en una situación de conflicto. Resolver el conflicto, cambiar la historia y solucionar, perdonar, tienen que ver con la claridad de la interpretación de quien se atreve a re vivir experiencias tan fuertes como implacenteras. Estas experiencias no nos pueden tocar ni dañar a menos que las dejemos, y dejamos que esto suceda pues inculcamos culpas y responsabilidades a quien no merece. Perdón talvez no es la palbra, comprensión y amor puede que sea el mejor y único aprendizaje a desarrollar.

10/10/2007

Redes, tejidos, esculturas

Añadir o restar algunas letras no importa un cambio. Planear a cabalidad no asegura una trasmisión exacta ni sin trabas. Sea, estamos siempre aprendiendo, no hay descanso, no hay pausa, ni siquiera durante el sueño, ni siquiera con la muerte. Estamos siempre aprendiendo de todas las situaciones, pero parecemos no percatarnos. Particularmente, ¿cómo aprendemos?... si todo aprendizaje es social, es claro que es constante e interminable. Hoy esto está normado, reglamentado por instituciones que comparten propósitos, ideales e historias. Para los humanos, las universidades, monasterios, corporaciones, empresas; todas estas situaciones producen orden, normas, sistema de transmisión de aprendizaje... más básicamente, a través de la familia podemos creer en la transmisión de valores, comportamientos y algunas otras particularidades. Hace un tiempo que se habla de la violencia intra familiar, especialmente en Chile, y de la violencia intra escolar, algo más acotada, simbólica, entre pares, educacional, etc.Entonces será cuestión de educar en la no violencia, pero frente a la constitución, al texto y trama mundial, donde los estados son como esculturas en conflicto por un espacio cada vez más agónico, contaminado y acotado, no es fácil la tarea. La concepción misma de vida en sociedades estatalizadas es violenta, y esto resulta evidente en la relación de los países con el medio ambiente, y de las compañías con los gobiernos de los países. Gana el más fuerte. Frente a estas obviedades que saltan a la vista quedan dos caminos, o una educación hacia la violencia y hacia la perpetuación del más fuerte; experimento que ya realizaron las polis griegas y tuvo como corono de su éxito el pensamiento filosófico, el imperio romano y la europeización del mundo; o la no violencia, camino intentado por todos los buddhas de la historia con resultados profundos y muy importantes, pero definitivamente en conflicto con la postura materialista y violadora del más fuerte. Es así, descarnado y doloroso, no se pueden continuar las medias tintas y las soluciones parche.