obstáculos

Chile está cesante. cesante de ideas, de oportunidades de participación. Nuestro modo de abordar el progreso y transmitir el futuro, puede sonar amargo, falló, sin embargo mantenemos la ilusión de continuar con generaciones tras generaciones de estudiantes cada vez más condenados a una hiperespecialización castradora. no es que me queje, pero es una verdad insultante que este camino emprendido y perpetuado en pos de intereses económicos no nos hace más felices ni más humanos ni mucho menos más sabios. Podemos pensar que cuando las generaciones futuras miren hacia los días de este pasado de destrucciones y detritus se compadezcan y nos tilden de edad oscura. Eso de seguro no pasará, pues daremos los frutos mínimos y de nuestra tierra que es el fertilizante, surgirán las mentes brillantes del mundo que puedan abarcarlo luminosa y feliz, transformarlo y salvarlo. El mundo no necesita de nosotros, somos en el mejor de los casos una infección que inventó el plástico, el mundo ha pasado por cataclismos deshielos y meteoritos, nuestra curiosidad y terror nos quieren hacer pasar por grandes acontecidos. ¿por qué nos cuesta tanto transmitir nuestra humanidad, nuestra humiladad? es simple, orgullosa, prístina y pura impermanencia, es muerte y gozo total a cada instante. talvez lo cierto es que esto no hay que enseñarlo.